Conservación del Guepardo

Conservación del Guepardo

El guepardo no pasa por su mejor momento. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, es una especie “Vulnerable” que podría ser catalogada en peligro de extinción si no se toman medidas que impliquen su cuidado y protección.

Amenazas

En su hábitat natural, el guepardo tiene muy pocos depredadores; solo leones, hienas, perros salvajes africanos y leopardos (posiblemente también águilas) son capaces de matar a las crías puesto que éstas son indefensas. Por su parte, los individuos adultos pocas veces se enfrentan a uno de esos animales, ya que su fuerza con respecto a ellos es considerablemente menor.

Los seres humanos son los principales depredadores del guepardo, y han aprovechado de alguna u otra forma su relativa facilidad para ser domesticado. El lado oscuro de esta relación es la disminución de la población mundial, es decir, en el presente el número de guepardos de todo el mundo es bajo y tiende a disminuir con el paso del tiempo. ¿Por qué sucede esto? Mira:

-Pérdida y fragmentación de hábitat. Por diversas causas, los guepardos de muchas partes están viendo cómo su hábitat natural se hace cada vez más pequeño y quedan confinados en zonas específicas que pueden estar muy separadas entre sí. Por ejemplo, en África el sur y este existen poblaciones, pero el centro no posee ninguna.

Peor aún, hace mucho tiempo habían guepardos en una vasta región de Asia, pero hoy la única población que queda permanece en una pequeña zona de Irán.

En el oeste de África, la pérdida y fragmentación de hábitat son las amenazas más grandes del guepardo.

-Agotamiento de presas. La mayor parte de la dieta de Acinonyx jubatus está constituida por animales ungulados, lógicamente, si sus presas escasean tiene pocas probabilidades de sobrevivir. En una región del norte de África la población de ungulados es baja, lo que es motivo de preocupación.

En muchas ocasiones el ser humano es responsable del agotamiento de las presas al darles caza.

-Caza y comercio ilegal. El pelaje y los huesos del guepardo son objeto de comercio y se pagan considerables cantidades por ellos. Esto implica la caza del animal, que en varias partes de su rango de distribución está legalmente protegido.

-Captura como represalia. Como todo animal salvaje, el guepardo desconoce las “reglas sociales” de los campesinos y ganaderos. Cuando tiene hambre consume lo que encuentra, pero puede toparse con animales domésticos y el consumo de éstos enfurece a los hombres. En muchas ocasiones éstos han perseguido y dado caza a los guepardos que se han alimentado de los animales de su posesión.

-Desarrollo urbano. Está relacionado con la pérdida y fragmentación de hábitat. La construcción de carreteras, puentes, casas y cualquier otro tipo de infraestructura destinada a satisfacer solo las necesidades humanas quita espacio natural donde el guepardo deambula, se refugia, se alimenta, da a luz y cría.

Esfuerzos de conservación

El guepardo es una especie protegida en la mayor parte del rango donde se distribuye y muchos individuos se encuentran en sitios naturales protegidos, como el Parque Nacional Kavir, Parque Nacional de Jar Turán y el Refugio de Vida Silvestre Naybandan.

El Apéndice I de la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) aloja al guepardo, por lo que está considerado por este organismo como una especie en peligro de extinción y su comercio internacional no debe efectuarse a menos que se trate de situaciones especiales.

Una de las organizaciones cuyo interés primordial es la conservación de Acinonyx jubatus es Cheetah Conservation Fund, que se enfoca en proteger al guepardo y asegurar su bienestar futuro mediante prácticas de ecología, educación y desarrollo. Ha proveído perros a los granjeros africanos como una estrategia para defender su ganado del asedio de los guepardos, lo que evita que la matanza de éstos como represalia por ultimar los recursos económicos de los pobladores humanos.

La protección de su hábitat es un aspecto imprescindible para la conservación, ya que tienden a confinarse en áreas donde evitan la competencia con otros depredadores más fuertes que ellos. En este sentido, el cuidado de la naturaleza es un factor benéfico para su supervivencia.